Acerca de las cartas...

Entre los años 1880 y 1885, dos ciudadanos británicos residentes en la India, Alfred Percy Sinnett y Allan Octavian Hume, fueron receptores de un número de cartas procedentes de dos miembros de la Jerarquía Planetaria conocida en círculos esotéricos como La Hermandad Blanca. El Sr. Sinnett era un prestigioso periodista y editor del periódico anglo-indio El Pionero (The Pioneer), que se publicaba en Allahabad, su ciudad de residencia en la India. El Sr. Hume ostentaba un alto cargo del gobierno británico en la India y era un ornitólogo de renombre. Ambos tuvieron oportunidad de conocer personalmente a H.P. Blavatsky y a Henry S. Olcott cuandos éstos trasladaron la sede de la Sociedad Teosófica – fundada por ellos en Nueva York en 1875 – a la India en 1878. El encuentro de ambos británicos con las fundadores de la ST tuvo lugar hacia fines de 1879.

Ni Sinnett ni Hume tenían un marcado interés en el misticismo o la filosofía esotérica, pero ambos quedaron grandemente impresionados no sólo ante las ideas filosóficas que les fueron expuestas por HPB y Olcott, sino también por la sorprendente capacidad de HPB para producir fenómenos metafísicos imposibles de explicar por medios corrientes. Enterado de que HPB había sido entrenada esotéricamente y de que era discípula directa de uno de los Adeptos de la Jerarquía, Sinnett, que había leído Isis Sin Velo, uno de los trabajos más importantes de Blavatsky, y que tenía además una intensa medida de curiosidad por los los fenómenos metafísicos y el espiritismo, le preguntó a HPB si sería posible para él entrar en contacto con alguno de los Adeptos. Ella consultó a su Maestro, quien declinó hacerlo, al igual que otros, pero uno de ellos, que firmó la correspondencia con el nombre Kut Humi Lal-Singh, consintió en iniciar correspondencia con el inglés, dando con ello origen a lo que bien puede considerarse como una dispensa de conocimiento esotérico de inmenso valor por provenir directamente de un miembro de la Jerarquía Oculta, algo absolutamente inédito. Al parecer, los Maestros vieron tanto en Sinnett, con su influencia periodística, como en Hume, con su influencia política y respetado intelecto, canales apropiados para la difusión de ideas teosóficas.

El resultado fueron las cerca de 160 cartas originalmente destinadas a los dos británicos exclusivamente, que cubren un lapso de algo más de cuatro años. La correspondencia fue sin embargo descontinuada con Hume al cabo de un par de años entre otras razones debido al indomable orgullo intelectual del inglés que insistió repetidamente en hacer exigencias a los Mahatmas en relación con la forma y contenido del conocimiento que él estimaba debía dispensársele. La correspondencia con Sinett fue sin embargo continuada, teniendo el efecto de trocar su afición original por los fenómenos metafísicos en un sincero interés por la filosofía esotérica y su difusión. El periodista escribió varios libros producto de la enseñanza recibida mediante las cartas, entre ellos El Mundo Oculto y Budismo Esotérico, ambos traducidos al español y disponibles en librerías esotéricas. Es posible obtenerlos también mediante Internet el sitio Upasika.com y otros. Huelga consignar que la lectura de las cartas provoca inevitablemente una medida de admiración y reverencia no sólo por el obvio valor de su contenido, sino por lo que infieren, por su forma de elicitar reflexión profunda en interés en el lector internamente preparado para ello. Pero así como su contenido provca admiración, las cartas son también motivo de controversia esencialmente porque demuelen la mayoría de nuestros conceptos adquiridos, especialmente aquellos a los cuales nos sentimos más apegados.

En la correspondencia, los Maestros no tratan de congraciarse con sus corresponsales ni de “reclutarlos”. No hacen afirmaciones en el sentido de que “todo lo que pasa, pasa para mejor”, ni de que hay un Todopoderoso que vela por nosotros. En consecuencia, para quienes viven apoyados en las muletas teológicas de la fe ciega, este material de poco servirá. Pero para aquellos preparados internamente para descartar tendencias y necesidades emocionales en lo referente a consideraciones religiosas o filosóficas, y con suficiente valor para aceptar los dictados de la lógica aunque éstos sean poco gratos a sus preferencia personales, esta enseñanza será de incalculable valor. Este Curso ha sido diseñado por Virginia Hanson, teósofa que dedico su vida al estudio de las cartas. Se espera que las diez lecciones que lo componen resulten útiles como preparación para leer el libro con mayor provecho. Enrique Renard, Feb. 2011

Estas lecciones pronto estarán disponibles.

 
 
 



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